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MANTENER LA MOTIVACIÓN

Módulo 1 | Tema 9

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EL APRENDIZAJE PERMANENTE


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Introducción

La motivación es fuerte. Te has metido en faena. Has decidido empezar. Sabes que la mejor manera de hacerlo, es hacerlo. Las primeras semanas va bien, pero luego, al cabo de un tiempo, empezamos a dudar de nosotros mismos. «¿Cómo lo estoy haciendo? ¿He aprendido algo? Quizá esto no funcione. Nunca tendré éxito». Es más fácil abandonar.

 

Mantener la motivación no es fácil, pero si alguna vez llegas a un punto en el que sientes que te has topado con el muro, consulta esta guía y encuentra la forma más adecuada de rodear o saltar ese muro. Y si alguien dice que es imposible, recuerda: es imposible para ellos, no para ti.

Comenzamos

Consejos

12 consejos para mantenerse motivado

  1. Ser disciplinado

Crear tu propia rutina personalizada de aprendizaje de idiomas te ayudará a mantener la disciplina y te facilitará el estudio a medida que avanza el tiempo. Piensa en un conjunto de actividades de aprendizaje de idiomas y deja un tiempo determinado para ellas en tu horario. Por ejemplo, media hora, tres veces por semana. Sin embargo, no te estreses demasiado si a veces no consigues estudiar. Todo el mundo tiene sus días malos, y puedes recuperar fácilmente lo que has perdido en tus futuras sesiones.

 

  1. Establecer objetivos alcanzables

Piensa en lo que puedes conseguir con el tiempo y los recursos de que dispones. Haz que tus objetivos sean un reto para ti, pero a la vez realistas y alcanzables. Un ejemplo de ello es decidir aprender tres nuevos datos cada día, lo que puedes conseguir incluso en los días en que tu motivación es baja. Recuerda que al final de la semana habrás estado más cerca de tu objetivo.

Establecer objetivos poco realistas sólo te desmotivará y ralentizará tu proceso de aprendizaje

 

  1. Encontrar los métodos de aprendizaje que mejor se adapten a ti

Presta atención a las técnicas de aprendizaje de idiomas que son adecuadas para tu estilo de aprendizaje. No hagas algo que no te convenga y toma nota de las actividades y materiales de aprendizaje que te frustran o que te proporcionan resultados mínimos. En su lugar, busca otras actividades que se enfoquen en las mismas habilidades y dedícate a las que te gusten. Esto hará que aprendas con más éxito, estés más motivado y te diviertas más.

 

  1. Minimizar las distracciones

Crea un espacio de estudio libre de distracciones. Si a menudo te encuentras mirando el teléfono, reorganizando tu habitación o viendo un nuevo programa cuando deberías estar estudiando, debes encontrar una manera de limitar lo que interrumpe tu concentración. Con menos distracciones es más fácil mantener tu rutina de aprendizaje. Intenta desconectar las notificaciones del móvil, recompénsate con una película al terminar el trabajo o busca otro lugar para estudiar, como una biblioteca local, un parque o un café.

 

  1. Está bien cometer errores

Los errores son parte esencial del proceso de aprendizaje. Todo el mundo comete errores cuando se enfrenta a algo nuevo y no es algo de lo que haya que avergonzarse. Es más bien el miedo a cometer errores lo que puede llevar a la procrastinación y retrasar la mejora. Por lo tanto, tienes que aceptarlos como una parte necesaria de tu viaje y aprender a beneficiarte de ellos.

 

  1. Eliminar el pensamiento negativo y sustituirlo por una mentalidad positiva

No te dejes llevar por tus propios pensamientos negativos cuando las cosas se pongan feas. Aprender un nuevo idioma por sí mismo no es fácil, y los pensamientos negativos sólo pueden desanimarte y desmotivarte a la hora de alcanzar tus objetivos a largo plazo. En su lugar, céntrate en lo positivo y pregúntate: ¿En qué soy bueno? Por pequeño que sea, haz una lista de las cosas que has conseguido y de las que estás orgulloso. ¡La mentalidad positiva llega muy lejos!

 

  1. No olvides nunca por qué empezaste en un principio

Es fácil perder de vista tu motivación original cuando las realidades de la vida interfieren en tus planes. Si eso ocurre, intenta volver a conectar con tus motivos iniciales para aprender un idioma y pregúntate: ¿Por qué querías aprender un idioma? ¿Qué te motivó a empezar? Sea cual sea la razón, recordar por qué empezaste puede darte un pequeño chute de energía y recordarte por qué merece la pena.

 

  1. Haz una pequeña pausa para reiniciar

Si te sientes abrumado/a por intentar recordar toda la información nueva, puede ser útil hacer un pequeño descanso para reponer energías. Puedes probar a dar un paseo o a hacer un breve ejercicio pues se ha demostrado que aumenta tu capacidad de memoria. También puedes nutrir tu cuerpo con un tentempié saludable o echarte una pequeña siesta. Tu cerebro necesita alimento y descanso para procesar nueva información, así que sé amable contigo mismo.

 

  1. Inspirarse en otros estudiantes autodidactas en línea

Cuando sientas que estás estancado, puede ser útil inspirarte en alguien que haya pasado por el mismo viaje de aprendizaje de idiomas. Conéctate con otros estudiantes autodidactas en línea que puedan compartir contigo sus experiencias, consejos y trucos de vida, o mira vídeos de YouTube con oradores inspiradores. Son grandes ejemplos de lo que un poco de paciencia y determinación pueden hacer.

 

  1. Rodéate de gente que te apoye

Experimentar algo nuevo por uno mismo puede ser todo un reto. Hay muchos obstáculos en nuestro camino y es fácil sentirse inseguro de uno mismo y, finalmente, rendirse. A veces, las personas que nos rodean no entienden lo importante que es algo para nosotros y tratarán de desanimarnos diciéndonos lo inútiles que son nuestros esfuerzos. Es entonces cuando necesitamos rodearnos de personas que nos apoyen y crean que podemos conseguir algo y nos empujen a alcanzar nuestras metas, incluso cuando nosotros mismos dejemos de creerlo.

 

  1. Recompénsate cada vez que alcances un objetivo menor

Las recompensas son grandes motivadores en el proceso de aprendizaje. Para mantener la motivación y no perder de vista tu progreso, celebra cada hito que alcances. Incluso las pequeñas cosas, como tomarte un buen café o ver tu programa de televisión favorito después de estudiar, puede facilitar el aprendizaje de un nuevo idioma.

 

  1. Disfruta aprendiendo

El aprendizaje de idiomas no debe ser monótono. Anima tu rutina incorporando el aprendizaje interactivo siempre que sea posible. Busca actividades que te gusten, como escuchar tus canciones favoritas en la lengua meta, ver una película extranjera sin subtítulos o jugar a un juego. Hacer cosas que te gusten hará que procrastines menos y que te esfuerces más por conseguir tu objetivo. Hagas lo que hagas, que sea divertido.

Más recursos

¿Aún quieres seguir aprendiendo sobre el tema de esta unidad? No te preocupes, hemos hecho una selección de recursos adicionales que puedes utilizar si quieres saber más. Sólo tienes que hacer clic en los enlaces y seguir aprendiendo.

 

Tareas prácticas

1) Lee al menos dos artículos y vea dos vídeos de la lista. Responde a la pregunta: ¿Qué técnica puedes aplicar a tu proceso de aprendizaje?

2) Establece varios objetivos de aprendizaje para tus próximas cuatro sesiones de aprendizaje. Puedes hacerlo en tu pared o en un papel, utiliza notas adhesivas para escribir tus objetivos. Haz dos columnas: una para lo que quieres aprender y otra para lo que has aprendido con éxito. Cada vez que consigas un nuevo objetivo, mueve el papel de la columna «Para aprender» a la columna «Conseguido».

De este modo, siempre tendrás delante todo lo que has conseguido hasta ahora y podrás ver los progresos que ya has hecho. Esto te ayudará a no centrarte en el trabajo que te queda por hacer, sino a estar orgulloso de ti mismo por todo lo que ya has hecho.

3) Escribe por qué es importante para ti aprender la lengua de destino y escribe al menos tres cosas que cambiarán en tu vida después de haber aprendido esta lengua o de haber mejorado tus conocimientos.

4) Haz una lista de las cosas que se te dan bien y de tus logros en la vida. Piensa en cosas pequeñas como cocinar o dibujar, pero también en grandes logros como obtener un título universitario o un trabajo que te guste. Vuelve a esta lista cada vez que empieces a sentirte desmotivado.

5) Escribe frases y citas que te motiven. Colócalas en lugares visibles, en el espejo del baño, en la nevera, cerca de tu portátil u ordenador.

6) Decide la forma en que te recompensarás cuando hayas alcanzado tus objetivos antes de empezar a trabajar en ellos. Escríbelos. Utiliza pequeñas recompensas para los objetivos pequeños (llama a tu amigo después de haber terminado tu aprendizaje del día o toma un trozo de chocolate) y grandes recompensas para los objetivos grandes (ir al cine o a un concierto después de haber completado diez objetivos pequeños).

Test de la unidad